La segunda jornada del Campeonato del Mundo de pista de Santiago de Chile coronó tres ‘arcoiris’ individuales más: el alemán Moritz Augenstein en el scratch, la irlandesa Lara Gillespie en la eliminación y el neerlandés Harrie Lavreysen en el keirin, en una jornada que las cuartetas masculina de Dinamarca y femenina de Italia vencieron en las pruebas de persecución por equipos.
El scratch masculino, que por primera vez se disputaba sobre la distancia más corta, la femenina de los 10 kilómetros, 40 vueltas, fue una verdadera carrera de locos con muchísimos ataques hasta que en las últimas vueltas se formó un grupo de siete corredores en el que la potencia de Augenstein llevó la cabeza en las tres últimas vueltas, sin dejar relevar a nadie hasta pasar primero.
El desenlace fue bastante caótico ya que las imágenes mostraban al portugués Yanne Dorenbos levantando el brazo y dejando de pedalear, a la vez que se centraban en Cambpell Stewart que al parecer completaba el podio. Afortunadamente los comisarios determinaron bien que el portugués era quien se había llevado el bronce. Hasta ocho corredores terminaron cediendo vuelta, entre ellos, el español Garaiar, en el puesto 21.
La carrera de eliminación fue bastante accidentada por culpa de dos caídas colectivas que obligaron a parar la carrera y a dar nuevas salidas. No hubo muchas sorpresas en las primeras eliminaciones hasta que en la parte final llegaron las más fuertes o las más atentas. Victoire Berteau se quedó fuera de los últimos sprints por las medallas y Helene Hesters se dejó ir cuando se vio con el bronce. Y cuando Katie Archibald atacó decidida para ganar, Lara Gillespie remontó muy bien por el exterior para llevarse un oro que ya había conseguido este invierno en el Europeo.
Por su parte el keirin suponía el segundo oro de Harrie Lavreysen en este Campeonato, el decimoctavo de su carrera, y sobre todo ese 2-0 en el duelo que se preveía con Matthew Richardson y que de momento está siendo claramente favorable al neerlandés. Con un ataque a falta de dos vueltas cogió la delantera y una ventaja que no podrían remontar sus rivales, aunque es cierto que al primero que sorprendió fue a su compatriota Jeffrey Hoogland, que cuando reaccionó no pudo sobrepasar a Leigh Hoffmann, que se llevaba la plata, con el neerlandés completando el podio.
En la primera ronda, destacar que el neerlandés no logró la clasificación directa, pero no tuvo problemas para ganar su repesca, algo que no pudieron hacer especialistas como Stefano Moro, Luca Spiegel, Cristian Ortega, Maximilian Dornbach y, sobre todo, el vigente campeón, Kento Yamasaki.
Fue en cuartos donde se produjo la gran sorpresa, una serie que no parece muy complicada ya que solo se eliminan dos en cada una de las tres mangas. Pero en la tercera había un super nivel con corredores como Kaiya Ota, Nicholas Paul, Lavreysen o Tom Derache, que fueron los que pasaron… quedando fuera ni más ni menos que Richardson.
Tampoco lograba clasificarse Shinji Nakano, en este caso por relegación en la primera. Y en las semifinales, el único de los ‘favoritos’ que quedaba fuera era Nicholas Paul, aunque afectado por una caída del ruso Nikita Kiriltsev que le cortó la remontada.
La competición masculina de persecución quedó definida en la final entre Dinamarca (Tobias Aagaard Hansen, Rasmus Lund Pedersen, Niklas Larsen y Frederik Rodenberg Madsen, con Lasse Norman Leth como quinto hombre) y Australia (Blake Agnoletto, Oliver Bleddyn, Conor Leahy, James Moriarty y la aportación inicial de Liam Walsh), con un excelente registro en la clasificatoria de 3:43.784 para los europeos.
Y en la final, los daneses dominaron en todo momento para igualar casi su tiempo de la clasificatoria, 3:43.915 y superar por casi 3,5 segundos a sus rivales, 3:47.827, logrando su tercer ‘arcoiris’ consecutivo, En cuanto a la final por el bronce, Nueva Zelanda, con Thomas Sexton, Marshall Erwood, Keegan Hornblow y Nicholas Kergozou, y Estados Unidos, con Ashlin Barry, Grant Koontz, Graeme Frislie y Anders Johnson, se presentaban separados por apenas medio segundo, en 3:48, aunque en la final los ‘kiwi’ también estuvieron por debajo en todo momento, sin grandes diferencias, pero lo suficiente para completar el podio: 3:48.877 a 3:49.799.
Más sorprendente fue el desenlace del torneo femenino, que sólo celebró el primer día las clasificatorias en las que Italia y Gran Bretaña quedan separadas por escasamente dos décimas. Pero en los cruces se demostró que Alemania no había gastado todas sus balas y de quedar a dos segundos pasaba a superar claramente a Gran Bretaña (4:09.059 a 4:10.736) y plantarse en la final ante una Italia que no tuvo problemas en su serie ante una Australia que incluso se quedó fuera de la lucha por las medallas en beneficio de la pujante Bélgica.
Y en la final, a pesar del dominio de las transalpinas el apretón final de las alemanas las dejó a apenas 4 décimas del oro: 4:09.569 para Vittoria Guazzini, Matina Fidanza, Martina Alzini y Federica Venturelli, con la contribución en la segunda ronda de Chiara Consonni; 4:09.951 para Messane Bräuttigam, Franziska Brausse, Lisa Klein y Claudia Sussemilch, con Mieke Kröker completando el quinteto.
Gran Bretaña (Megan Barker, Josie Knight, Anna Morris, Maddie Leech y Jessica Roberts) no perdonaba en la lucha por el bronce ante las belgas, sin necesidad de forzar la máquina, 4:12.380 a 4:18.675.
Fuente: https://www.trackpiste.com/