Con tres hombres rápidos como Fernando Gaviria, Iván García Cortina y Alex Aranburu como principales bazas, el Movistar Team espera subirse al podio en la Milán-San Remo. El velocista colombiano aparece como la primera opción de la escuadra telefónica para rematar una posible llegada al sprint.

El corredor antioqueño ya tuvo una excelente oportunidad de ganar la Milán-San Remo en 2016, pero el veloz colombiano se cayó en el último kilómetro. Un año después cruzó la línea en el quinto lugar.

Eso puede cambiar este año, ya que Gaviria empezó muy bien esta temporada. Ya ganó una etapa en la Vuelta a San Juan para su nuevo equipo, y terminó haciendo podios en etapas del UAE Tour, en la Tirreno-Adriático, además fue segundo en la Milano-Torino de este miércoles.

La nómina del conjunto español la completan el todoterreno suizo Johan Jacobs y los españoles Oier Lazkano, Gonzalo Serrano y Lluís Mas quienes serán claves para arropar a los hombre veloces del equipo.

Por primera vez en sus 114 ediciones, la ‘Classicissima’ no será propiamente una carrera entre Milán y San Remo. La localidad de Abbiategrasso acogerá la salida de una prueba, por lo demás, invariable en su perfil y donde clasicómanos y sprinters volverán a verse las caras por uno de los triunfos más cotizados de la primavera.

Tras el paso por el Turchino (km 144), la carrera descenderá hacia la Riviera Ligure en busca de los ‘Capi’ -Capo Mele (km 242), Capo Cervo (km 247) y Capo Berta (km 255)-, pequeñas elevaciones que anteceden a los dos ascensos decisivos.

Son la Cipressa (km 272; 5,6 km al 4,1%), siempre transitada a toda velocidad y que suele crear una primera selección; y, en especial, el Poggio (km 287; 3,7 km al 3,7%), donde suelen llegar los movimientos por el triunfo antes de la Vía Roma.

fuente: Revista Mundo Ciclístico