Rojo, naranja, amarillo, verde, añil, azul y violeta. Son los colores que forman el arcoíris y también la prenda más codiciada en el ciclismo, ya que otorga a su portador el honor de lucirla durante todo un año. Eso no significa otra cosa que ser campeón del mundo, lo cual estará en juego del 18 al 25 de septiembre en los Mundiales de Ruta que se celebran en la localidad australiana de Wollongong.

El pistoletazo de salida, toda vez que las diferentes selecciones dejaron atrás las polémicas ocasionadas por la logística (viajes en avión de hasta 30 horas y costes que alcanzaron los 8.000 €) del propio desplazamiento, lo darán unas pruebas contrarreloj de categoría élite que serán muy especiales.

Por primera vez en la historia de los Mundiales, hombres y mujeres compartirán un recorrido idéntico, que en esta ocasión será de 34,2 km y estará compuesto de dos vueltas a un circuito técnico, ratonero y revirado con un total de 30 curvas. Esto permitirá que los corredores más habilidosos y explosivos en la salida de los virajes tengan mayores opciones de doblegar a los rodadores puros.

En lo que respecta a los protagonistas, con los ecos de su gran victoria en la recienta Vuelta a España resonando todavía, no cabe duda que Remco Evenepoel es uno de los máximos favoritos al oro (ya sabe lo que es conseguir bronce y plata) en territorio aussie.

Filippo Ganna, campeón del mundo en los dos últimos años, se postula como principal rival del belga, aunque no tendrá nada fácil revalidar su corona sobre un recorrido que no le favorece. El tercero en discordia, como no podía ser de otro modo, será un Stefan Bissegger al que le avala su oro en los Europeos de hace un mes, donde batió por un sólo segundo a un Stefan Küng que también aspira a estar en la pomada.

La lista de aspirantes, en la que no está Wout van Aert (renunció a la crono para centrarse en la ruta) la lidera un Tadej Pogacar que llega en buena forma tras su reciente triunfo en Canadá, junto a hombres como Rémi Cavagna, Yves Lampaert o João Almeida, entre otros.

En categoría femenina, el abanico de candidatas a las medallas quizás sea más reducido, con unas Annemiek van Vleuten, Ellen van Dijk y Marlen Reusser que acaparan todos los focos. Precisamente las tres fueron quienes ocuparon el podio el pasado año en los Mundiales de Flandes.

Además sus últimos éxitos en la disciplina (Van Dijk, campeona del mundo; Van Vleuten, olímpica; y Reusser, de Europa) las sitúan un peldaño por encima del resto, incluida una Lotte Kopecky que encabeza el listado de outsiders.

“Es un circuito muy técnico de 17 km, con sólo un repecho de 1 km durante el mismo. Es bueno para mí, porque hay muchas curvas y eso me beneficia respecto a corredoras más potentes, como Van Dijk”, explicó la propia Van Vleuten a AS dos semanas antes de unos Mundiales que se presentan apasionantes.

Por América tomarán la alargada en la contrarreloj femenina de la primera jornada las estadounidenses Leah Thomas y Kristen Faulkner, las canadienses Leah Kirchmann y Alison Jackson, la colombiana Lina Marcela Hernández, la argentina Luciana Roland y la chilena Catalina Anais Soto