El Tour de Francia 2023 que comenzará este 1 de julio se plantea a priori como un duelo, más bien una revancha, entre el vigente ganador de la prueba, Jonas Vingegaard y el esloveno Tadej Pogacar. No obstante, otros nombres también aspiran con fuerza al más codiciado maillot amarillo del ciclismo de ruta del planeta.

Jonas Vingegaard ha traído hasta el Tour de Francia una preparación impecable, que estos días termina de afinar con la disputa del Critérium du Dauphiné. Si bien fue batido por Pogacar en París-Niza, la solvencia que mostró ganando O Gran Camiño e Itzulia, además de ser el vigente ganador, le otorgan la vitola de principal favorito. Un cartel que ha confirmado tras un Critérium du Dauphiné en el que ha arrasado sin miramientos a sus contrincantes.

Una denominación que el danés se gana ante la incertidumbre de cómo será el estado de forma de Tadej Pogacar, quien acude al Tour de Francia buscando recuperar su trono. Tras un inicio de temporada simplemente imperial, una inoportuna caída durante la disputa de Lieja-Bastoña-Lieja en la que se fracturó el escafoides de su mano izquierda ha supuesto un inesperado inconveniente en su camino hacia la salida de Bilbao.

INEOS Grenadiers es la gran incógnita del Tour de Francia aunque, tras las buenas sensaciones que nos han dejado tras el Giro de Italia, las esperanzas en que puedan cuajar un buen Tour en base a su fortaleza como equipo han crecido varios enteros.

Está por ver qué son capaces de ofrecer sus dos puntales, un Egan Bernal que sigue planteando dudas sobre su recuperación tras el grave accidente del año pasado y un Carlos Rodríguez que también llega tras un largo parón merced a la lesión que sufrió en Strade Bianche. En cualquier caso, estarán arropados por lo mejorcito de la escuadra británica y, a buen seguro, pueden erigirse en factor desequilibrante de la carrera.

Al mismo nivel que los mencionados deberíamos incluir a Enric Mas que parece llegar al Tour con una motivación y actitud que poco tienen que ver con la situación límite que sufrió el pasado año. El mallorquín ha cuajado un buen comienzo de temporada y, pese a la ausencia de victorias, se ha mostrado competitivo y con la ambición necesaria para buscar su oportunidad. Sin embargo, tras un mediocre Dauphiné, el equipo tuvo que salir a apagar las alarmas sobre su estado de forma indicando que compitió enfermo en esta carrera.

Otro de los que ha preparado el Tour a conciencia no es otro que uno de los favoritos de la afición española como es Mikel Landa que estará secundado en carrera por un siempre voluntarioso Pello Bilbao que estaba cuajando un excelente papel en el Tour de Suiza antes de que todo el equipo abandonara la carrera tras el triste fallecimiento de Gino Mäder.

Ojalá el vitoriano cuente con las piernas de las grandes ocasiones y pueda ofrecer el espectáculo que todos esperan que nos pueda brindar. Pese a todo, siendo realistas, de cara a la clasificación general se encontraría un escalón por debajo de los mencionados aunque, si todo le viene a favor, es capaz de estar con los mejores.

En este otro escalón de corredores que pueden jugar un papel importante en la carrera, no podemos olvidarnos del ecuatoriano Richard Carapaz, que durante la disputa de Dauphiné tuvo un gran inicio de carrera, con una actitud valiente con la que buscó poner contra las cuerdad a Vingegaard aunque la contraarreloj le hundió en la clasificación completando unass últimas etapas muy discretas.

Por último, aunque no se trate de un corredor de la general, la carrera ofrecerá un punto de morbo con la participación de Mark Cavendish que, en el año de su despedida, tratará de aprovechar una de las escasas oportunidades de lucimiento con que cuentan los hombres rápidos en este Tour de Francia para dejar una victoria para la historia, la que le sitúe como el ciclista que más etapas ha conseguido ganar en la ronda gala superando, nada menos, que al mítico Eddy Merckx.

Fuente: www.brujulabike.com