En el 2003 nació la Unión Ciclista de la República Argentina (UCRA), con un presidente de prestigio, pero sobre todo de gran humildad y deseos de trabajar a toda hora: el otrora ciclista Gabriel Curuchet, quien prometió una gestión «sin mezquindades ni intereses personales». Y así ha sido hasta ahora.
Sobre sus hombros está por estas semanas la organización en San Juan del Congreso por el Centenario de la Confederación Panamericana de Ciclismo (COPACI) y el Campeonato Panamericano de Ruta en la primera quincena de mayo. Pero hablar con el mayor de los Curuchet (su hermano Juan fue campeón olímpico en la Madison en Beijing 2008) es siempre motivo de actualización, criterios argumentados y algunos recuerdos.
¿Qué pudiera adelantarnos sobre el evento continental que en poco más de un mes tendrá lugar en tierra argentina?
“Las expectativas del Campeonato Panamericano son grandes, porque competitivamente será muy bueno, pero sobre todo por la coincidencia con los 100 años que cumple la COPACI, la cual celebrará su Congreso aquí, en una tierra donde el ciclismo es pasión: San Juan, donde está próximo a inaugurarse uno de los velódromos más grandes del mundo para siete mil espectadores.
“El evento será realmente muy fuerte. La primera convocatoria ya se mandó y Estados Unidos, Canadá, Colombia, Venezuela, Chile y países del Caribe, ya confirmaron su asistencia, por lo que esperamos un récord de participación.
“Para el Congreso y celebrar el centenario vendrá el Presidente de la UCI, David Lappartient y estamos haciendo todas las gestiones para invitar a una gran figura política en Sudamérica, al ex presidente de Uruguay, Pepe Mujica. Él es muy querido acá y fue ciclista también”.
El también Vicepresidente de COPACI y titular de la Unión Sudamericana de Ciclismo reconoce el amplio calendario de actividades y carreras que tiene esa región geográfica, al tiempo que pondera el velódromo construido en Cochabamba, Bolivia, “una plaza bastante interesante para entrenar y competir por la altura del lugar”.
Curuchet es un hombre de ciclismo y aprovechamos para compartir sus opiniones sobre varios temas actuales de este deporte. Tras recordarnos que la UCRA tiene cerca de 8 mil afiliados, le soltamos nuestras interrogantes:
¿Qué opinión le merece el ciclismo virtual y los campeonatos eSports?
“El deporte es una realidad virtual que en el mundo muchas especialidades están haciendo y el ciclismo es uno de los que más se adapta porque las bicicletas fijas en los gimnasios existen desde hace tiempo con marcas importantes. Esto se incrementó con la pandemia y es uno de los efectos más fuertes que nos dejó. El ciclismo virtual lo puede practicar desde Egan Bernal hasta Doña Juana que nunca ha andado en bicicleta. Eso llegó para quedarse.
“Sin embargo, falta instrumentar el funcionamiento para las competencias porque lo costoso es hacer una final que tenga una regulación y equidad en el resultado, ya que al tener diferencia horaria hay diferencia de voltaje, de subida a internet a los satélites y los parámetros entonces no son iguales para todos. Ganará el que tenga una conexión más rápida.
“Nosotros vamos a ser pioneros en el mundo porque vamos a ser un selectivo no presencial sino virtual, pero las semifinales y final sí será presencial en un lugar, para tener contacto con el deportista, verificar otros parámetros y que estén todos en un mismo salón con iguales parámetros de subidas a internet”.
Hace poco se anunció también por la UCI que en el 2023 se realizará un solo campeonato mundial de ciclismo, con todas las modalidades. ¿Será viable hacia el futuro esa idea?
“Somos uno de los deportes que se puede dar el lujo de tener varias especialidades que son diferentes. A nivel mundial lo podrán hacer aquellos países poderosos económicamente. A nivel continental habria que hacerlo donde se hayan celebrado Juegos Panamericanos, porque dejan todos los escenarios: México, Estados Unidos, Canadá, Perú, Río de Janeiro, Santiago de Chile, todos los que tengan la infraestructura.
“La idea me encanta porque le dará al ciclismo mucha visualidad y el impacto será fenomenal, tanto en imagen como en el incentivo para las nuevas generaciones”.
Pudiera adelantarnos algunos planes futuros de la UCRA que dirige y que podremos ver este 2022 y 2023.
“Estamos trabajando en tener un calendario de ruta fuerte a nivel nacional y regional porque tenemos cinco equipos continentales. Queremos potenciar eso para sostenerlo en el ranking UCI. Podemos incluir a Paraguay, Brasil, Bolivia, Chile y Perú en ese calendario con el objetivo de que en los periodos olímpicos poder tener competencias con al menos cinco países y acumular puntos. A veces irse a ganar los puntos a Europa es complicado por lo económico y competitivo.
“Para el año que viene ya tenemos tres carreras inscritas y aspiramos a tener dos más. Así podríamos contar con cinco carreras en el calendario UCI. Estamos apostando a una nueva camada de jóvenes. Con ellos está trabajando Walter Pérez, quien fue campeón olímpico con mi hermano Juan. Tenemos un equipo que no pasa de 23 años y que irá a los Juegos Panamericanos del año que viene en busca de medallas. Estamos dando pasos muy serios en esa dirección”.
Finalmente y antes de despedirnos de Gabriel, volvemos al Congreso de la COPACI, su relación con su presidente José Manuel Peláez y el recuerdo de Cuba en su memoria.
“Será un excelente Congreso. Tomamos el batón tras algunos problemas en Uruguay, pero agradecemos la confianza en Argentina y eso nos alienta siempre. El presidente Peláez, para todos familiarmente Pepe, ha sido para mi un padre deportivo y político. Cumplo 20 años al frente de la UCRA en el 2023 y él nos ha apoyado y guiado con su sabiduría.
“Y con Cuba la relación es de afecto y emoción. Corrí allá cuando era atleta y además admiro mucho a sus deportistas, en especial a Alberto Juantorena, doble campeón olímpico de atletismo, a quien tuve el placer de conocer en La Habana; y a Yoanka González, una ciclista excepcional, que tras ganar su medalla de plata olímpica en Beijing 2008, nos dijo al abrazarnos: “hoy la gané yo, pero mañana ganan ustedes”. Y así mismo sucedió con Walter y mi hermano Juan en la Madison. Eso jamás lo podremos olvidar”.
Con muchas tareas por delante y apasionado a la nueva misión del día, Gabriel Curuchet se despidió y pronto quizás lo volvamos a ver. De momento no pedaleó a la velocidad supersónica que lo hacía como ciclista, pero sí demostró la misma fuerza y empuje para cumplir sueños, para convertirlos en realidad.