Hace 5 años su vida dio un giro 180 grados. Entró a trabajar a la Cámara de Diputados y ese mismo año se topó con la bici: una tandem y un guía que le decian «Willi». Desde ese momento, solo se puso objetivos y no paró ni un segundo. Llena de sueños y con un ángel que llama abuela, la persona más importante que siente que la espera en el sprint final.

Su vida dio un vuelco inesperado en poco tiempo. De repente se durmió con miles de sueños y despertó siendo una deportista de élite, arriba de una tandem y con su cuello lleno de medallas. Majo Quiroga (28) nació no vidente y se crió bajo el ala de su abuela. Tocó varios deportes antes de chocarse con el mundo del ciclismo.

La chica que se levantaba sin propósitos hace un par de años, hoy es totalmente diferente: la puja de ángel que la guía desde arriba y los miles de objetivos para su futuro que ya ordenó en su cabeza. Ah, y las 5 medallas en suelo brazuca: 3 de oro, 1 de plata y 1 de bronce. ¿Quién es la famosa «Peke»?

Majito vive en un rinconcito de Albardón junto a sus tías y sobrinos. Todas las mañanas se levanta muy temprano para ir a trabajar en la Cámara de Diputados de la Capital, su lugar designado es un escritorio en el que se pone a hacer las transcripciones a braille para las visitas guiadas. Después del uniforme laboral, almuerza en su casa y se monta a la bici tandem para salir a entrenar por más de dos horas con su guía.

Su vida siempre estuvo ligada al deporte. Le costó mucho encontrar uno con el que se sienta involucrada a tal punto de necesitarlo. Pasó por muchos lugares hasta dar con el ciclismo. Recién en 2019 y por un tan «Wili» Quinteros -su guía de todos los días en la disciplina- se topó con esto que sin pensarlo «la hace tan feliz».

«El ciclismo llegó de una manera inesperada. No tenía guía hasta que apareció Willi (Quinteros). En ese momento me dijo que si quería meterme a la Vuelta Inclusiva, lo pensé y así fue», comentó Majo en su primera experiencia arriba de una tandem en el Circuito San Juan Villicum.

Desde ese momento supo que había encontrado el deporte de sus amores. Nunca más despegó los pies de los pedales y ahora es lo que es… gracias al ciclismo y no haber bajado nunca los brazos: «El ciclismo arrancó como un desafío, pero ahora se convirtió en una pasión, es como mi vicio, porque tenés que pedalear si o si. Se siente bien, siento que soy yo arriba de la bici».

 «Tengo una vida de élite que nunca pensé que la iba a tener.  El ciclismo y mi técnico de la Selección Argentina me han cambiado la vida». Desde muy chica Majo practicó Atletismo, carrera de 100 metros, patinaje artístico, natación y ahora, a tan solo tres años de haber encontrado su cable a tierra y su propósito, con el ciclismo se siente libre: «Esto es todo, mi mundo, mi motor, mi pasión. El ciclismo es lo que soy ahora».

La deportista oriunda de Albardón hace 5 años también ingresó a la carrera de técnico en Periodismo Deportivo. Ese curso era nocturno, y ella iba todos los días a clases acompañada de su hermano, quien la esperaba en la galería las 3 o 4 horas que ella se la pasaba aprendiendo con su computadora en el aula del instituto: «Cuando me meti en el estudio con periodismo entrenaba por entrenar, como para mantenerme, en ese momento estaba en patinaje artístico, pero decidí que quería dedicarme más al estudio».

Por cosas de la vida o del mismo destino, en ese año y como si las cosas estuviesen escritas de esa manera, conoció el deporte adaptado e incluso a la misma vez, entró a trabajar a la Cámara de Diputados. Y su vida empezó a incursionar a fondo en el mundo del deporte. No se separó más.

«Justo hace 5 años. Justo tocaste una parte de la vida. Esa Majo a lo de hoy no… «, (pausó). «La Majo que era hace 5 años a la de hoy, no era responsable, no era disciplinada, no tenia un orden del día, entonces yo solo iba, no tenia un propósito. Pero justamente en ese tiempo yo empecé a trabajar en la Cámara de Diputados, ahí ordené. En la mañana trabajaba y en la tarde cuando quería y podía entrenaba… Ahora con el ciclismo si, me siento con una rutina, responsable, disciplinada, me siento tranquila porque ya estoy haciendo mi vida. Este día a día me encanta porque para mí el ciclismo es todo».

«Cuando entré a la Cámara no tenía idea de nada, no sabia que hacer. Gracias a mi jefe, y su paciencia y comprensión. Siempre digo, ‘mi jefe es un copado'»  

Ahora es una ciclista importante del deporte adaptado que le ha dado mucho a la provincia en su disciplina. Tiene un par de competencias internacionales en el hombro con su guía Micaela Barroso. Lo reciente, lo hecho en Brasil: 3 de oro, 1 de plata y 1 de bronce.

SU ABUELA, UNA PARTE DE ELLA

Creció con ella. Y fue como su bastón de orientación hasta que hace unos meses falleció: «Mi abuela era todo. Cada vez que me iba siempre estaba ese abrazo interminable y cuando volvía siempre me esperaba con unos mimos. Ella era mi motivación. Los mensajes en la mañana de cómo estaba, sus emojis característicos de corazones. Siempre tenía algo para decirme en las noches».

La competencia reciente en Brasil fue la primera internacional sin la compañía de su abuela y dice que costó, pero que de una u otra manera sintió que estaba ahí: «Me la imagino a ella mirando el sprint final que hicimos con Mica (Barroso, su guía en la tandem) en Brasil. Lo mismo en la pista. Siento que ella está. Es difícil no sentirla o no verla, pero también se que ella está conmigo en todo momento».

Reportaje Tomado de Tiempo de San Juan