La Vuelta a España de 2024 vio la luz en el Marriot Auditorium Hotel este martes 19 de diciembre y vuelve a ser fiel a sus señas de identidad, con dureza y finales en alto inéditos (aunque menos que en ediciones anteriores), dejando para el último día una de las grandes innovaciones de esta 79ª edición: una contrarreloj final en Madrid que decidirá el ganador de La Vuelta.

La carrera arrancará el 17 de agosto en Lisboa (las autoridades portuguesas estuvieron presentes), también con una crono, y finalizará el 8 de septiembre en Madrid partiendo desde el Distrito Telefónica. Será la quinta Vuelta que arranque desde el extranjero, la segunda desde Lisboa, que ya fue sede en 1997.

En total serán 3.261 kilómetros por dos países, nueve Comunidades Autónomas, y diversos colosos míticos, como los Lagos de Covadonga, y otras cimas ilustres más recientes que ya formaron parte de la carrera en ediciones anteriores: Pico Villuercas, Picón Blanco, Moncalvillo…

Trece serán las jornadas de montaña (nueve llegadas en alto) y media montaña, más de la mitad, por lo que apenas habrá días de transición. Los velocistas tendrán un máximo de seis oportunidades, y no está asegurado que todas ellas sean metas en terreno plano, porque rodarán por caminos ondulados que tanto dificultan las llegadas masivas.

Para empezar, en Lisboa, se verán las primeras diferencias, aunque no deberían ser excesivas. Después, dos jornadas propicias para los velocistas, antes de entrar a España por Extremadura, tras dar el salto hasta Plasencia.

Y al cuarto día, el primer final en alto con el Pico Villuercas. En la jornada siguiente llegará el salto a Andalucía, que tendrá cuatro etapas íntegras por siete provincias, con Cazorla y Granada (previas ascensiones a El Purche y Hazallanas, en Sierra Nevada) como grandes dificultades montañosas.

Del sur a Galicia, en el traslado más largo de esta edición, rumbo a la Comunidad protagonista de la segunda semana, con Baiona y Ancares (diez años después), marcando el rumbo de los favoritos. Y luego… una cita casi habitual cada año, Asturias, con el Cuitu Negru antes de la jornada de descanso.

Será un día en el que los corredores deberán de recuperar todas las fuerzas posibles, porque después será turno para los Lagos de Covadonga, antes de seguir por el norte a través de Cantabria, La Rioja, con el regreso de Moncalvillo que dejó aquel duelo tan bonito en 2020 entre Roglic y Carapaz, y el Picón Blanco, en tierras burgalesas.

Será la última etapa en línea (tal vez la etapa reina por perfil) antes de viajar hasta el Distrito Telefónica de Madrid, como homenaje a los 100 años de la compañía, donde partirá la contrarreloj de despedida.

Un final en 2024 como el del Tour y su prueba contra el crono en Niza. A diferencia de la última edición, el este del país no tendrá protagonismo, y territorios que no fueron de la partida en este 2023, como Extremadura, Galicia y Andalucía, vuelven… y con fuerza.

Los tres finales en alto inéditos serán Yunquera (3ª), Cazorla (3ª) y la inédita vertiente de Ancares (1ª). “Que La Vuelta mire al cielo no es más que una fácil metáfora de su recorrido, con kilómetros y kilómetros de etapas en los que la carretera apunta hacia arriba”, dice su director, Javier Guillén. Hubo otras autoridades presentes como el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y la ministra de Educación y Deporte, Pilar Alegría. Una Vuelta sin respiro con 21 días de emoción.

Fuente: Diario AS