El condado de Spartanburg en Carolina del Sur acogerá la nueva fábrica de 13.000 metros cuadrados de Time que complementará a su actual factoría ubicada en Eslovaquia y donde la marca buscará regresar a la gloria del pasado tras unos azarosos años marcados por los cambios de manos al frente de la marca y las dificultades económicas que tuvieron en jaque a la mítica firma francesa

Han sido años complicados para la marca fundada en Francia en 1987, una de las pioneras en la elaboración de pedales automáticos además de referente a comienzos del siglo XXI en la fabricación de cuadros de carbono que elaboraba en su propia sede mediante el sistema RTM (Resin Transfer Molding).

Sin embargo, la crisis económica de la pasada década les afectó de lleno llevando a la marca al filo de la desaparición, momento en el que la firma del mundo del esquí Rossignol se hizo con Time, aunque no consiguió sacarla del oscurantismo en el que había caído al priorizar los recursos hacia Felt, firma de bicis también perteneciente a Rossignol.

Finalmente, Time acabaría siendo vendida en 2021 por una parte a SRAM, que se quedaba con lo referente a los pedales y el grupo norteamericano Cardinal Cycling Group que adquirió la división de bicicletas dispuesto a dar un nuevo impulso a la otrora exitosa firma.

El primer paso, es una importante inversión de 6,5 millones de dólares para adquirir una nueva fábrica en Carolina del Sur donde está previsto que a finales de año comiencen a realizarse los trabajos de pintura de sus bicicletas para, a lo largo de 2024, ir incorporando toda la tecnología de fabricación de cuadros de carbono de la marca en la que prevén

Una de las razones de la elección de Spartanburg para la ubicación de la nueva fábrica es que se trata de un área de amplio desarrollo tecnológico ademas de la proximidad con la la Universidad de Clemson con quien Time tiene un acuerdo de colaboración para el desarrollo de las tecnologías de producción en carbono.

En cualquier caso, sorprende la decisión de Time en esta nueva etapa de elegir Estados Unidos para la fabricación de sus bicis en lo que es un paso más en la ruptura del paradigma que se venía desarrollando en las últimas décadas de deslocalizar la producción hacia oriente, un concepto que parece estar cambiando tras los graves problemas de suministro que han tenido que afrontar muchas marcas a consecuencia de la pandemia.

En los últimos años hemos visto como muchas marcas buscaban alternativas para la fabricación como el este de Europa, de hecho, Time venía fabricando en esta última etapa en Eslovaquia, o Portugal donde la industria de la bicicleta está sufriendo un importante crecimiento. Otras marcas como 3T o la firma de neumáticos Pirelli han optado por volver a los orígenes recuperando la producción en sus propias sedes en Italia.

Fuente: Brujulabike