El ciclismo tiene tanto arraigo en América como el fútbol y el béisbol. Es conocido que el uso de la bicicleta en esta parte del mundo es creciente –no solo como medio de transporte– sino también como herramienta esencial para el ejercicio físico y el transporte individual.
José Manuel Peláez
Para José «Pepe» Peláez el ciclismo es consustancial a su vida desde que se consagró a este deporte. Lo refrenda la media centuria dedicada a su impulso y desarrollo en Cuba; y en el continente, desde que en 1991 asumiera la presidencia de la COPACI, una entidad con 44 federaciones nacionales adscriptas y 5 asociadas.
Aunque la COPACI no siempre ha dispuesto de los recursos suficientes para concretar sus planes y objetivos de cara al futuro, Pepe Peláez puntualiza que «como en años precedentes, en el 2018 se realizaron todos los campeonatos panamericanos en las modalidades de pista, ruta, Mountain Bike, BMX y Cyclocross», los cuales mostraron un alto nivel competitivo, sobre todo el de ruta en la provincia argentina de San Juan, que contó con la presencia de ciclistas de 26 países.
«La cantidad de competencias en nuestro continente ha ido creciendo, particularmente en los países del Caribe», aseguró Peláez, quien reconoció que «Sudamérica se ha afianzado como una región muy importante para el ciclismo, sobre todo a partir del trabajo que ha hecho el argentino Gabriel Curuchet al frente de la Unión Suramericana».
Las pretensiones de la COPACI en el 2018 fueron más allá de lo exclusivamente competitivo. La entidad ciclística continental organizó varios eventos de intercambio de experiencias y adquisición de conocimientos, entre ellos el Seminario UCI en la ciudad de Panamá, al cual asistieron representantes de 34 federaciones para recibir una información actualizada acerca de importantes asuntos del quehacer del deporte en el mundo, entre ellos, la batalla de la UCI contra el dopaje.
Se conoce que el consumo de sustancias prohibidas es un flagelo en el micromundo del deporte contemporáneo; pero el ciclismo es el que más ha expuesto públicamente las engañifas, tanto en el pelotón multicolor como en otras modalidades; a diferencia de otros deportes, que apenas sacan a la luz las transgresiones de sus atletas y equipos.
Para Peláez el dopaje es un problema que golpeó grandemente al continente americano en el 2018, de allí que «cada federación afectada elaboró un programa que tiene como primer objetivo el trabajo educativo con los atletas y entrenadores», y reconoció que los controles realizados dentro y fuera de las competencias han reducido el número de casos positivos.
«No pocas veces nuestros atletas consumen productos o complejos vitamínicos que no aparecen declarados como sustancias prohibidas en sus formularios, pero al consumirlos en grandes cantidades han llegado a ser consideradas como dopaje», explicó el también vicepresidente de la Asociación de Confederaciones Deportivas Panamericanas (ACODEPA).
Más adelante Peláez razonó que para obtener buenos resultados los atletas «tienen que entrenar bien y fuerte», y nunca debieran consumir ninguna sustancia que no sea orientada por un médico especializado. «Debemos educarlos e inculcarles que, con una buena alimentación y un buen entrenamiento, se pueden lograr excelentes resultados sin necesidad de recurrir a sustancias prohibidas», puntualizó el experimentado dirigente ciclístico.
Peláez añadió que «la lucha contra el dopaje es un tema priorizado en la Agenda 2022 del presidente de la UCI…La Unión Ciclística Internacional ha invertido grandes cifras de dinero para combatir este flagelo junto a su agencia antidopaje», advirtió.
Damas y caballeros en sprint masivo
Aunque aún las insatisfacciones son evidentes en la dirección de la COPACI, el ciclismo para damas en el continente americano muestra evidentes signos de crecimiento, al igual que el de la categoría master.
«Hoy tenemos varias ciclistas del continente, que han sido contratadas por equipos continentales y profesionales en Europa; pero no estamos satisfechos del todo y pretendemos incrementar este trabajo en 2019 en todas las federaciones nacionales, no solo preparando nuevas atletas, sino también a mujeres que en el futuro harán funciones de entrenadoras y directivas», puntualizó.
Agregó que próximamente se organizará un curso para entrenadoras en el Centro Mundial de Ciclismo, en Aigle, Suiza, por el cual han mostrado interés varias federaciones del continente.
Peláez reconoció que cada vez son más los que se interesan por participar en los panamericanos master y en otros eventos de esta categoría, como el Giro RPC en Panamá y la Triple 100 de República Dominicana. «Yo pudiera decir que esta es la modalidad que más ha crecido en los últimos tiempos», aseguró el vicepresidente de la UCI.
La resurrección de la Vuelta a Cuba
Si un evento deportivo caló en lo más profundo del gusto popular desde que surgiera a principios de los años sesenta, es la Vuelta Ciclística a Cuba. El giro del pedal – conceptuado en los años ochenta como el segundo más importante de América -, estuvo trunco durante una década por los efectos del periodo especial, hasta que se reanudó a principios de este siglo. Sin embargo, luego de la edición del 2010 la Vuelta volvió salir del calendario nacional hasta nuestros días.
Pepe Peláez es también vicepresidente del Comité Olímpico Cubano y presidente de su federación ciclística, por lo cual es obvio que no faltará esta pregunta de oficio: ¿cuándo reaparecerá en el calendario del país la Vuelta Ciclística a Cuba?
Sin pensarlo mucho y consciente del apremio para que el pelotón multicolor vuelva por sus fueros, Peláez afirmó que «se está trabajando seriamente para rescatar la Vuelta a Cuba, un evento de gran complejidad, no solo por toda la logística que conlleva, sino también por las exigencias de la UCI».
Recordó que la Vuelta a Cuba llegó a tener la categoría Excepcional de la UCI, en la cual competían equipos de trece y catorce países con corredores excepcionales del ciclismo mundial, provenientes principalmente de la entonces Unión Soviética y del este europeo.
«Esperamos que muy pronto la Vuelta vuelva a nuestras carreteras. Podemos asegurar que cuando esa decisión finalmente sea tomada, para recomenzar estarán con nosotros equipos de entre 5 y 10 países», afirmó Peláez.
A la pregunta de si habrá Vuelta a Cuba en el 2019, Pepe Peláez no pensó mucho para responder, sin disimular el optimismo, pero con evidente cautela: «hasta ahora estamos trabajando para el circuito, aunque no se descarta la posibilidad de que podamos resolver los temas pendientes y podamos anunciar que habrá Vuelta en el 2019. Pero de no ser así, sí se haría en el 2020».
Añadió que en el contexto nacional las mujeres continúan a la vanguardia en el ciclismo de ruta, y puso como ejemplo a Arlenis Sierra, capitana del Astaná Women Team, y a Marlies Mejías, incluidas entre los diez mejores atletas del 2018 en el país.
El ciclismo como deporte del siglo XXI
El enunciado de la Agenda 2022 de la Unión Ciclística Internacional especifica que «el ciclismo del mañana se construye hoy», una hoja de ruta estructurada en cinco ejes temáticos, devenida en la proyección más seria de la UCI en los últimos años.
Peláez considera que la Agenda 2022 define claramente hacia dónde se debe encaminar el trabajo por parte de las 194 federaciones nacionales afiliadas a la Unión Ciclística Internacional. «En la Agenda está trazada con mucha fuerza la atención de la UCI a las federaciones nacionales, a partir de su programa de solidaridad. El ciclismo es un deporte muy popular y es practicado en muchos países del mundo. Por eso es uno de los más importantes del programa olímpico», aseveró.
Para el presidente de la UCI, David Lappartient, la restitución del rol protagónico a las 194 federaciones nacionales y a las 5 confederaciones continentales afiliadas, ayudará a que el ciclismo se convierta en el deporte del siglo XXI.
De su parte, en el continente americano el presidente de la COPACI piensa que «el ciclismo es un deporte que ha ido creciendo», un criterio respaldado por las cinco modalidades presentes en el programa olímpico tras la entrada del BMX Free Styler, el cual también estará presente en los Juegos Panamericanos de Lima 2019.
Según Pepe Peláez, uno de los propósitos de la COPACI en América está encaminado al aumento de las competencias de pista, para que «propicien una mayor participación de los países del continente, quienes a su vez obtendrán una mayor cantidad de puntos para el ranking UCI de las copas y campeonatos del mundo».
Manifestó, por otra parte, que le proporciona «mucha satisfacción hablar de la unidad que existe actualmente entre todas las federaciones nacionales, y sus excelentes vínculos de trabajo con la COPACI y la UCI. Continuaremos en el 2019 con este trabajo, en el propósito común de incrementar más el nivel competitivo del ciclismo en nuestro continente».
Por último, el vicepresidente de la Unión Ciclística Internacional le envió «un fuerte abrazo a todas las federaciones nacionales del continente; a los atletas, que tan buen desempeño han tenido en el 2018; y a todos los que de una u otra forma han tenido que ver con el desarrollo del ciclismo en América».