MADRID. El virtual triunfo de Egan Bernal en el Tour de Francia, a falta del paseo en París, era la pieza que le faltaba al rompecabezas del ciclismo en Colombia, el único país donde es el deporte rey y al que solo le faltaba ganar ese título para completar la triple corona tras los logrados en el Giro de Italia y la Vuelta a España.
Egan, el tercer campeón más joven de la historia del Tour solo por detrás de Henri Cornet (1904) y Faber François (1909), devolvió así a Colombia todo lo que el país le había dado al ciclismo y que había estado cerca con los subtítulos en la ronda gala de Nairo Quintana en 2013 y 2015 y de Rigoberto Urán en 2017.
La llegada de Bernal al Val Thorens, la estación de esquí más alta de Europa y la última cima que escalaron los ciclistas tras tres largas semanas de carrera, desahogó un grito que estuvo contenido desde 1975, cuando Martín Emilio «Cochise» Rodríguez se convirtió en el primer colombiano en tomar la partida en la ronda gala.
Desde entonces, han sido 78 los escarabajos que se han enfundado la tricota y han recorrido en bicicleta reconocidos puertos como el Alpe d’Huez, la Croix De Fer, el Mont Ventoux, el Tourmalet y el Galibier, donde Nairo Quintana mostró el jueves su casta y ganó su tercera etapa en los últimos tres años.
Esos ciclistas son los que han representado la pasión que hay por este deporte en el país, donde en ciudades como Bogotá y Medellín cientos de personas suben las montañas que las rodean en bicicleta.
En las principales carreteras de Colombia también abundan las imágenes de los grupos de ciclistas aficionados, que se ponen el uniforme y ruedan por horas sin importar si hace sol o llueve.
Cuando los escarabajos están en competencia en Europa, como en el caso del Tour, las actividades en las oficinas se paralizan y la gente se reúne en torno a los televisores para apoyar a quienes emulan su afición por las bicicletas en el nivel profesional.
Con los recientes éxitos del ciclismo colombiano, los niños ahora sueñan con convertirse en los nuevos Nairo, Egan y Rigoberto, ídolos que muchos vieron competir en las dos primeras ediciones del Tour Colombia, en las que miles de personas se abocaron a las carreteras para disfrutar de los pedalistas de élite.
Pese a esa pasión, hasta ahora solo tres ciclistas colombianos han logrado vestirse con el maillot amarillo: Víctor Hugo Peña, que lo portó durante tres días en 2003; Fernando Gaviria, quien se impuso en la primera etapa de la edición de 2018, y Bernal, el único que llegará con él a París.
También hubo otros tres ciclistas colombianos que se subieron al podio definitivo: Fabio Parra, tercero en 1998, además de Quintana y Urán.
Han sobresalido además el escalador Lucho Herrera -ganador de tres etapas, una en 1984 y dos en 1985- y Santiago Botero, vencedor en tres fracciones y cuarto en la general de la edición de 2002.
Sin embargo fue Bernal, un joven nacido hace 22 años en Bogotá pero criado en la localidad aledaña de Zipaquirá, quien logró romper las barreras de los ciclistas colombianos y llegará a París como líder de la carrera.
Para el entrenador Luis Fernando Saldarriaga, exdirector técnico del desaparecido equipo Manzana Postobón y primer entrenador de Nairo como profesional, la clave para el triunfo de Egan estuvo en su preparación y el mejor ejemplo de ello fue el primer lugar que ocupó en la Vuelta a Suiza.
«La Vuelta a Suiza es una carrera de preparación-control y está muy cerca del Tour. Te dice en qué condiciones estás y es por eso que creo que llegó muy bien al Tour», manifestó Saldarriaga a Efe.
El entrenador también valoró «la regularidad» mostrada por Bernal en la carrera, pues cree allí evidenció que el vencedor de la ronda gala es un corredor «completo».
«La regularidad que él ha mostrado ha sido clave porque si bien es cierto que no tuvo una buena crono -tampoco fue tan desastrosa como para perder el Tour- ha estado con los favoritos en las demás etapas y se tomó mucha confianza», añadió el estratega de 46 años.
Eso llevará, salvo catástrofe en el adoquinado de París, a Egan a tallar su nombre en la placa de los grandes ciclistas colombianos, que viven en esta década una época dorada en la que sobresalen las victorias de Nairo en el Giro de Italia de 2014 y en la Vuelta a España de 2016.
También está el éxito de Miguel Ángel López, tercero en la Vuelta a España del año pasado, y de Esteban Chaves, segundo en el Giro de Italia de 2016 y tercero en la Vuelta de 2016.
«A Colombia le faltaba una cosa importante y era ganar el Tour, porque ya había ganado el Giro y la Vuelta (…) Es un momento histórico», apostilló Saldarriaga.
El reto para el ciclismo del país está en seguir cosechando triunfos grandes y para ello es clave que Bernal pueda mantener el alto nivel que ha mostrado esta temporada, así como que Quintana pueda recuperar su mejor rendimiento, pues según Saldarriaga «todavía tiene la potencia y la fisiología para ganar».
Más allá de las grandes victorias de los ciclistas del presente Colombia vive con pasión este deporte que le ha permitido poner el nombre del país en el exterior. (EFE)